Cómo ser una mujer inolvidable: 7 COSAS que nunca pude sacar de mi corazón

No eras perfecta, ni mía, ni eterna. Pero fuiste inolvidable. No lo digo por romanticismo barato, lo digo porque a veces cerrar los ojos sigo pensando en ti.

1. Cómo me desafiabas sin romperme

Tenías esa manera de decirme las verdades que dolían, pero nunca desde el ego. Me enfrentabas sin herirme, me ponías en jaque sin perder el respeto. Contigo crecí sin darme cuenta.

2. Cómo me amabas sin depender de mí

No me necesitabas para respirar, y eso me partía. Porque estabas entera. Y aún así, elegías quedarte. Hasta que no.

3. Tu risa cuando estabas rota por dentro

Sabías fingir luz como nadie. Pero yo conocía tu sombra, y aún así… me hacías reír como si nada doliera.

4. Esa conexión sin nombre

Nunca fuiste “mi novia”, pero cada vez que me hablaban de amor, pensaba en ti. Porque lo nuestro sin título… dolía más que lo oficial.

5. Cuando te fuiste antes de que yo estuviera listo

Tú sabías lo que valías. Yo no supe cuidarlo. Y cuando lo entendí, ya estabas lejos.

6. Cómo me mirabas como si yo fuera magia

Nadie volvió a verme así. Como si pudiera con todo. Como si tuviera luz. Sin condiciones.

7. Lo mucho que sabías de mí sin que yo hablara

Leías mis gestos, mis vacíos, mis silencios. Me entendías. Y eso no lo encontré en nadie más.

Ser inolvidable no es algo que se busca. Es algo que se es.
Y tú, sin quererlo, te volviste imposible de borrar.