La verdad es que ser mujer viene con su combo de cosas raras, incómodas y medio absurdas… que NADIE dice en voz alta por pena.
Pero hoy sí se va a decir
1. Dolorcitos sospechosos… en lugares raros
No todo es cólicos en ovarios, A veces el malestar se va por otros caminos. Literal. Hay quienes sienten calambres en la espalda baja, en las piernas o en lugares que no da el sol
2. El cabello que decide explorar regiones no autorizadas
Te lavas el cabello y todo… y de la nada te estas enjuagando y ¡pum!
Un cabello random aparece entre tus pompis, como si se hubiera ido de excursión
3. Bailar sexy en el espejo
Aunque luego te tuerzas como contorsionista en plena pose.
4. Ensayar nuestro primer beso con una fruta… o con la mano
Nivel: pasión con un durazno, entrenamiento intensivo con la palma.
5. Los granitos post ovulación que te hacen dudar de tu fe en la skincare
Una semana estás glowing, y la siguiente: festival de granitos, puntos ciegos y textura modo Minecraft.
6. Mood: ¿feliz, llorando o ambas?
Estás bien. Y de repente lloras por un TikTok de gatitos y luego te ríes de que estás llorando y luego te enojas porque estás llorando riéndote.
7. Los gases incómodos que aparecen en juntas, clases o citas
Esas burbujitas traicioneras que te hacen sudar frío en público y tú, fingiendo que todo bien mientras recitas mentalmente un salmo.
8. La paranoia de que te bajó, aunque acabas de ir al baño
Ese mini ataque cardíaco cada 30 minutos: “¿Ya me bajó? ¿Me manché?”
9. Mear en la piscina… y fingir que todo bien
Y luego nadar con carita de “yo jamás haría eso”.
Spoiler: sí lo hiciste. Y más de una vez.
10. Las boobies con humor cambiante
Un día son tus mejores amigas, al otro, no las puedes ni rozar sin querer llorar. ¿Qué está pasando? Hormonas. Siempre las hormonas.
11. Shampoo con complejo de villano
Un día: volumen, brillo, flow Beyoncé. Al otro: aplastado, triste, acabado.
Y tú diciendo: “¿fue el agua, Mercurio retrógrado o mi karma?” La respuesta es sí, todo junto.
12. La necesidad de llorar en el baño sin explicación lógica
Llorar cinco minutos, lavarte la cara y regresar como si nada…
13. Olvidar algo valioso… y jurar que nos robaron
Porque la dignidad no permite aceptar que fuimos nosotras las despistadas.
Entonces mejor: “Me lo robaron, seguro fue planeado”. JAJAJA
14. Despegarnos el calzón discretamente bajo el pantalón
En casa ajena. En plena peda, una coreografía ninja que solo las verdaderas saben ejecutar.
15. Fingir que sabemos de algo para evitar que nos expliquen
“Sí sí, obvio, la inflación, la nube, el Excel con macros…”
Todo con cara de experta, cuando en realidad estás pensando en birria.
16. Meternos a cajas, maletas o bolsas… solo para ver si cabemos
¿Por? Nadie sabe. Pero todas lo hicimos.
Y si cabíamos, ¡nos quedábamos un ratito como si eso fuera logro olímpico!
17. Grabarnos llorando para ver si nos vemos como en las pelis
Nos vemos muy chistosas, admítelo!
18. Whashaguasear idiomas falsos como si habláramos 5 lenguas
Ese momento en que inventas frases como: “Umasotai kheraba tikano” y tú bien seria diciendo que es japonés avanzado.
Sí, hicimos cosas ridículas. Sí, nos da pena.
Pero también nos da risa, porque ser mujer es vivir mil vidas internas…
y aún así, tener espacio mental para meterte en una caja