Ya basta de trabajar en un cubículo con energía de “me quiero ir”.
No importa si trabajas en casa, en una esquina del comedor o en una oficina donde ni el clip tiene estilo.
Tú mereces un escritorio digno y lo mejor: sin gastar tanto
1. Luz LED de las que venden en tianguis
No necesitas las carísimas.
Con una tira LED de $50 ya tienes vibes de estudio creativo en Los Ángeles.
Póntelas detrás del monitor, en la repisa, o donde más necesites drama.
2. Portarretratos con frases que te recuerdan que no te vas a rendir (aunque quieras)
No tienes que poner fotos de familia, pon frases tipo:
“Sí, estoy cansada, pero divina.”
O memes que te motiven de forma pasivo-agresiva.

3. Tarros o mason jars como porta lápices
Sí, los del café, los de los elotes…
Píntalos, fórralos, decóralos.
Tu papelería ya no va a vivir en la jungla del caos.
4. Espejito pequeño para verte y recordar que eres una diosa multitask
Lo compras en aliexprees o tiendas chinas
Funciona para retocarte, para verte llorar dignamente, o para practicar tu mirada de “me merezco un aumento y elote”.
5. Mini pizarra o corcho con pins random
No para organizar tu vida (mentira), sino para sentir que estás armando el plan maestro.
Pon tus metas, stickers, tus deudas o tus crushes.
6. Plantas falsas (o reales si sabes mantener vivos los cactus)
Una plantita lo cambia TODO.
Oxígeno, paz mental y vibes de persona que sí se baña y toma agua.
Y si es falsa, también sirve. Nadie juzga.
7. Fondo de pantalla que no sea deprimente
Bájate uno aesthetic de Pinterest, Tumblr o Canva.
Con colores pastel, frases épicas o calendario visual.
Tu compu merece algo más que “Papel Tapiz predeterminado”.
8. Toppers para teclas o stickers para el teclado
Haz de tu laptop una obra de arte.
Hay packs en Shopee, Shein, Amazon… o hazlos tú con plumones indelebles (nivel cute).
9. Velitas (aunque no las prendas)
Sí, suena tonto. Pero una vela bonita da paz.
Aroma de “ya me calmé”, aunque estés a una junta de renunciar.
10. Revistero hecho con cartón bonito o folders cute
Organiza todo y siente que estás haciendo cosas importantes aunque estés buscando memes para tu marca.
11. Tu taza favorita como símbolo de poder
La icónica. La dramática. La que dice: “No me hablen hasta que la acabe.”
Tener una taza que grite tu personalidad es vital para el mood laboral.
12. Limpieza visual (aunque sea una vez a la semana)
Quita lo que no usas. Limpia cables.
Pon todo en cajitas.
Entre menos caos visual… más espacio mental.
13. Una mini lámpara con vibe de estudio chic
No necesitas la de diseñador.
Una de $120 ya cambia toda la energía. Luz cálida = mente cálida.
14. Collage digital impreso con tus metas y tu vida ideal
Hazlo en Canva. Imprímelo. Pégalo.
Tipo vision board pero en 4 hojas tamaño carta.
Estilo: barato. Impacto: nivel “ya me visualicé millonaria”.
15. Un moodboard físico con fotos, stickers, frases y caos funcional
Literal usa lo que tengas: cinta, hojas, papel reciclado.
Pero crea un rincón visual que te inspire.
Uno que diga: “sí, estoy en proceso, pero me veo muy bien mientras.”
Tu espacio influye en tu mente. Y aunque tu presupuesto no dé para un despacho en Nueva York, sí puede darte un escritorio donde trabajes sintiéndote jefa,
Y tú, reina… te mereces un lugar donde trabajar se sienta menos castigo y más conquista.