Kylie Jenner se estrenó como empresaria en el 2015 con su línea de maquillaje que se vendió como pan caliente. A partir de ahí su empresa creció y creció, sacando cada vez más productos y colecciones. Sin embargo, a partir de 2018 comenzó el declive de la marca cuando intentó vender un set de brochas de mala calidad en $350 dólares.
Ademas, Kylie cosmetics recibió muchísimas críticas debido a que no era inclusive con pieles más oscuras. Y fue ahí cuando surgió Fenty y le comió todo el mercado pues la marca sí era inclusiva y más económica.
A pedir de esto, en 2019, vendió el 51% de sus acciones a Coti, lo que tampoco le funcionó. Y durante esta época ella, siendo imagen de su marca se embarazó y desapareció del radar, lo que impactó en las ventas.
Cuando volvió, ya no era lo mismo, la gente quería a la Kylie influencer divertida y fiestera y ahora ella era todo privacidad y maternidad, lo que hundió aún más la marca. En 2020 sus ventas bajaron un 62% y a eso se le sumó el escándalo de Forbes en donde falsificaron cuentas para que la nombraran la billonaria más joven. Trataron de rescatar con Kylie Skin y tampoco lo lograron.
Y actualmente ya no se ven influencers promocionándola, lo que corrobora que el estancamiento y declive es real. Veremos qué ocurre con sus empresas el próximo año.