Estoy a un año de pasar al tercer piso y un día reflexionando mientras me bañaba, llegué a la conclusión de que he cambiado y crecido muchísimo, no soy la misma que era a mis 18 (gracias a Dios) y en lugar de estresarme o renegar de mi edad, me sentí sumamente feliz y orgullosa.
Me di cuenta que soy mucho más segura que antes, más inteligente, más sexy, que aprecio cosas que antes no, y que mis gustos a la hora de vestir también han evolucionado, y que hay prendas que antes ni de loca me hubiera puesto y hoy las amo con locura, por ejemplo:
Tenis extra cómodos
Me he dado cuenta que cuando voy a comprar tenis ya no compro los que más bonitos se vean sino los que más comodidad me den al caminar. Y es que después de usar tacones en el trabajo es una delicia probar unos zapatos que parecen pedazos de cielo.
Pants
Amo los pants de este estilo y no porque sea fodonga o me de flojera arreglarme ¡Todo lo contrario! Son sexys, cómodos, fáciles de combinar, te hacen sentir linda y segura.
Overoles
Quizá sea porque se han vuelto a poner de moda, y es que cuando yo era niña era lo que se usaba y me encantaba. Así que quizá sea esa nostalgia de buenos recuerdos.
Cardigans
Son el mejor invento del universo, es mucho mejor, más práctico y lindo que un abrigo. Además pueden usarse de manera extra casual hasta extra elegante.
Bralettes
La madurez y la seguridad es mental, creo que puede haber chicas adolecentes maduras y seguras y mujeres pasados los 50 que sean inmaduras e inseguras. Y los bralettes han hecho que me cuenta que definitivamente mi confianza es alta, que me vale lo que la gente piense de mí, que he llegado a un punto en el que disfrutar de mi sexualidad ya no me causa pena.
Escotes reveladores
La seguridad y la madurez te permiten usar prendas que antes te hubieran causado mucho conflicto. Te das cuenta que tu cuerpo es tuyo, que la ropa no tiene porqué venir acompañada de adjetivos, es para ti.
Vestidos negros y en corte “A”
La ropa negra toma un nuevo significado, no es que nos obsesionamos con ella, pero la valoramos y le sacamos más partido. Y ni hablar del corte “A” de los vestidos, que le dan a tu figura una forma de modelo.
Hoodies
Para dormir, para un maratón de peli, para ir al cine, para verte y sentirte sexy. A esta edad ya sabes exprimir todo el potencial de estas prendas llenas de prejuicios.
Maxi vestidos
Muchas chicas le tienen aversión a los maxi vestidos porque sienten que les aumentan la edad. Bueno cuando llegas a los treinta tienes todo el caché para cuando te enfundas en uno, partir plaza.
Medias sexys
Recuerdo que cuando era adolescente las medias eran la cosa más horrenda que podías usar, eran como sinónimo de abuela. Pero con casi treinta aprendes que hay de medias a medias. Y que estas te pueden convertir en la chica más malditamente sexy de la ciudad.