Me gustan los ramos de flores ¿a quién no? pero con el tiempo se vuelven aburridos y ordinarios como todo en esta vida. Y es por eso que he decidido que de ahora en adelante, los únicos ramos que quiero recibir son aquellos que me pueda comer.
Mi glotonería romántica quiere todos estos.
Que él me de un ramo así y yo invito el cafesito.
Un ramo que todas deberíamos recibir cuando los cólicos nos estén aniquilando.
Un ramo para la dieta.
Hermosas galletitas que desaparecerán mientras veo una película.
Este ramo de alitas está perfecto para un Viernes.
Para las que aman el pan dulce.
Cake pops, se ven hermosas y saben mejor.
Me dan ganas de meterlo entero a una fogata.
Imagina que tu novio llegue con un ramo de lo que aparentan ser flores muy sencillas, pero en medio viene una orden entera de tacos al pastor.
Pollo frito para el antojo.
Para las que son más delicadas.
Una pizza en forma de ramo de flores.
¡Cheetos! Que maravilla.
Le pido matrimonio si me da uno así.
¡Muchas papas!