4 Verdades incómodas: por esto NO debes usar ChatGPT como tu terapeuta

3 min de lectura

Todas hemos estado ahí: 3 a.m., crisis existencial, ex rondando tu cabeza y tú escribiéndole a ChatGPT como si fuera tu psicólogo de confianza.


Y sí, te contesta bonito, rápido y sin cobrar la consulta (ni juzgarte por volverle a hablar al tóxico). Pero…

No hay empatía real, solo una simulación.

Y aunque eso puede calmar por un rato, también puede hacerte creer que estás “trabajando en ti” cuando en realidad solo te esta consolando, sin realmente contemplar toda la perspectiva. (ósea que te dice lo que tú quieres escuchar y sino me crees abre un chat y finge que tú eres la persona que te lastimo y verás como si solapa)

No te conoce, te interpreta

Tu terapeuta real ve cosas que tú ni notas: cómo respiras cuando hablas de tu mamá, cómo aprietas la mandíbula al mencionar a tu ex, cómo cambias de tema justo cuando te duele. ChatGPT puede darte frases bonitas, sí, pero se te van a olvidar. ¿Por qué? Porque un terapeuta no te dice la respuesta: te la hace encontrar. Y cuando tú la construyes, se queda.

Y algo más: un terapeuta te frena cuando justificas a un ex abusivo o romantizas tu trauma. ChatGPT no y ahí si esta peligroso.

Te puede dar insights, pero no contención

Sí, puede decirte “suena a que estás pasando por un proceso difícil” o “eso no fue tu culpa”, pero no puede hacerte preguntas, ponerte ejercicios  para que comprendas mejor tu situación, ni acompañarte en el silencio incómodo de un llanto. y aunque suene cursi, sanar también necesita presencia humana, no solo respuestas bien escritas.

No sustituye la terapia, la disfraza

Lo peligroso no es usarlo para desahogarte, sino creer que eso es suficiente. Hay cosas que solo un profesional puede detectar: patrones, traumas, mecanismos de defensa… ChatGPT te puede decir “entiendo lo que sientes”, pero no puede ver que llevas tres sesiones hablando de tu papá mientras juras que es “por tu pareja” o ver como andas ojerosa, comiendote las uñas y los pellejos de los labios.

Entonces, ¿para qué sí sirve?

Para acompañarte, para ordenar ideas, para entender qué quieres hablar en terapia, para practicar cómo ponerle nombre a lo que sientes. Pero no para reemplazar a un humano, porque sanar no se trata solo de entenderte… se trata de sentirte,
y ahí las máquinas todavía no llegan (Por ahora).

Así que sí, usa ChatGPT, pero no te autoengañes. Esto no es terapia, es tu cerebro queriendo sentirse escuchado sin riesgo. Y aunque está bien escribirle a una IA a medianoche, también está bien recordar que las heridas profundas no se curan con texto predictivo.

Conclusión:

ChatGPT puede darte respuestas…
pero solo tú (y un buen terapeuta) pueden darte paz.