Estamos acostumbradas a creer que todos los hombres son iguales, que todos son unos patanes sin sentimientos y que no madurarán jamás. Estamos en un grave error, no todos son iguales y aún hay cosas de ellos que no sabes y que debes que conocer para poder verlos desde otra perspectiva. No generalices, a ti no te gustaría que ellos hicieran lo mismo contigo.
Son muy emocionales.
Desafortunadamente la sociedad les ha enseñado que los hombres no lloran, pero quienes logran romper con este concepto tan absurdo no temen al llorar ni mostrar sus emociones. Un hombre emocionalmente libre tendrá una relación amorosa mucho mejor que aquellos que no lo hacen.
No les gusta la soledad.
A los hombres maduros les afecta mucho más la soledad que a otras personas.
Buscan cómo solucionar las cosas.
Aunque no lo creas, cuando los hombres tienes una pelea con su pareja siempre están pensando cómo solucionar las cosas, así funciona su cerebro.
Miran a otras mujeres.
De acuerdo con Pranjal Mehta, psicólogo social de la Universidad de Columbia, en el hombre hay una gran cantidad de testosterona, la cual perjudica a la región que controla los impulsos del cerebro. Ésta sería la explicación que justifica que ellos no puedan evitar voltear a ver a una mujer, y a que de la misma manera la olviden inmediatamente después de que sale de su campo visual.
Son territoriales.
Los hombres tienen una tendencia a ser violentos cuando se trata de defender lo que es suyo, tanto hablando de relaciones como de pertenencias.
Necesitan una jerarquía.
Los hombres tienen la necesidad de tener una jerarquía, es por ello que se unen a grupos deportivos o al ejercito.
Madurar los hace menos competitivos.
La estabilidad es la meta de todo hombre, y conforme maduran la competitividad y la agresión disminuye, logrando equilibrar su vida.
Son parentales.
Meses antes de que su bebé nazca el cerebro de un hombre genera hormonas que lo cambia por completo, volviéndolos paternales.
Son amorosos y quieren se amados.
La idea de que los hombres son fríos es falsa, ellos buscan tener y dar amor como todos.
Quieren casarse.
Los hombres son más propensos a ser infieles antes de los 30, pero pasando de esta edad quieren comprometerse y sentar cabeza.