Llega en el momento más inoportuno y cuando menos lo esperabas.
Y por si fuera poco una horda de monstruos parecen atacarte por dentro ¡Estúpidos Cólicos!. Parece que estas poseída.
No quieres que nadie te dirija la palabra, estás dispuesta a asesinar a alguien lenta y dolorosamente.
Hay tantos sentimientos que a la menor provocación lloras.
Te hinchas como un gato con obesidad.
Tienes el deseo de comerte absolutamente todo lo que este cruce en el camino. ¡Es imposible parar!
Tienes que sacar tu vestuario especial para los días más pesados. ¡Pants y playera holgada!
Cuando está por terminar suspiras y el sol vuelve a salir en tu vida.
Pero los días sin ella no son suficientes, y cuando menos te lo esperas regresa a atacarte de nuevo.