Desde que soy una pequeña niña he soñado con la posibilidad de convertirme en una sirena e irme a vivir al fondo del mar. No hay nada en este mundo que me gustaría más y tengo mis razones.
Si a ti no se te había cruzado la idea, seguro que después de esto te darán ganas.
1. No más periodos.
No más cólicos, al diablo las toallas femeninas. ¡Bienvenida la comodidad eterna!
2. No más pantalones.
Ya no hay que preocuparse por elegir el outfit perfecto, ni tampoco habría la necesidad de ir de compras.
3. Cabello perfecto.
No importa si estás dentro o fuera del agua, tu melena siempre se verá completamente perfecta y hermosa.
4. Puedes atraer hombres con tu voz.
Puedes atraer a muchos hombres con tan sólo comenzar a cantar, así escogerás a uno de entre todos los que llegaron hasta a ti.
5. Brasier perfecto.
Sin tirantes, hecho de almejas y a tu medida. Jamás se moverá dentro del agua y es exageradamente divino.
6. El maquillaje no se te corre.
Estarás perfectamente maquillada todo el tiempo aunque estés debajo del agua.
7. Eres tu propio sistema de transporte.
No necesitas tener un auto, bici o tomar el bus. Tú eres tu propio sistema de transporte y uno muy veloz.
8. Hablas con los peces.
Tienes la capacidad de hablar con todas las criaturas marinas.
9. No te tienes que bañar.
¿Para qué te vas a bañar si todo el día estás en el agua? ¡No más baños! ¡Al fin!
10. No hay que hacer dieta.
No sé si se han dado cuenta pero todas las sirenas tienen un cuerpo espectacular, así que podré comer lo que quiera y siempre lucir igual de bien.
