Me pasa unas 3 veces al mes o más… despierto y me doy cuenta que no tengo ganas de buscar entre mi armario qué ponerme, es más no tengo ganas de vestirme en absoluto, si pudiera salir a la calle encuerada lo haría. Me da pereza y hasta me pongo de malas. Si te ha pasado, entonces guarda este artículo porque así sabrás qué ponerte para sentirte mejor y dejar tanto drama atrás.
¿Combinar colores? ¡No! Mi mal humor empeoraría horrores. Así que elegir un outfit cómodo y de un sólo color aligerará bastante el ofuscamiento.
Blusa blanca, tenis blancos, jeans y chamara de mezclilla.
Que andemos de mírame y no me toques, no quiere decir que no queramos vernos lindas. Así que una excelente opción, es un pants y un suéter o playera sin hombros.
Si tienes un suéter flojito y medio grande ¡perfecto! Te sentirás súper bien y más si abajo te pones un bralette.
No me pregunten por qué, pero en uno de esos días de descontrol emocional, decidí ponerme un outfit igual a este. Por alguna razón las pashminas calman este tipo de mal humor.
Ponte el vestido más cómodo que tengas, con el que te sientas más cómoda y añádele una chamarra grande ¡Lo vas a amar!
Leggings, tenis y tu blusa favorita. Si a todo eso le sumas una trenza, verás que poco a poco todo se normaliza.
Vestido, tenis y cradigan, ideal para cualquier tipo de mal humor o para componer un pésimo día.
Porque aunque te quedes en casa, el chiste es sentirte bien contigo misma.
Los olanes son románticos y femeninos. Además son como una aspirina en estos días de no querer hacer nada.