Hay prendas que cuando las ves en los maniquíes o en los estantes de las tiendas no tienes ni idea de cómo podrían verse bien o de quién siquiera se atrevería a comprarlas. A primera vista son feas, con colores poco usuales, formas a las que no estamos acostumbradas o con diseños que creemos no nos quedarán ni en un millón de años.
Hoy te daremos algunos ejemplo de cómo usar prendas que crees son feas en outfits realmente chulos. Porque basta quitarnos el miedo, atrevernos y probarlas hasta que demos con qué prendas se ven bellas.
Seguro que ya te has topado con suéteres súper grandes, sin forma aparente que parecen sacados del clóset de tu bisabuela. Pues deja de verlos feos y mejor úsalos así.
Las faldas a cuadros son perfectas cuando quieres un look atrevido pero sin exagerar. Ese look de colegiala linda pero vintage.
Los pantalones que nuestras mamás usaron en los 80’s y en 90’s están de vuelta. No temas añadirle a tu estilo esa esencia masculina de vez en cuando. Te va a quedar preciosa.
Los zapatos no siempre tiene que ser extra femeninos ni al ropa ajustada para que te vaya bien.
Piérdele el miedo a esos pantalones que parecen robados del clóset de un nerd. Tú puedes imprimirle otra esencia y ese es el verdadero chiste de la moda.
No, no parecerás Jack con un pantalón de rayas verticales. La actitud es el 80% del fracaso o de la victoria de un look.
Y tú creyendo que un suéter tan pasado de moda no podía servirte. Úsalo como cardigan.
Dale la vuelta a los vestidos de oficina. Ejercita tu creatividad, te ayudará a aprovechar mejor tu guardarropa.