Lo crean o no, nuestra querida Kylie está cada vez más cerca del tercer piso, y este año, aunque no pudo festejar a lo grande como lo hace cada cumpleaños, sí se mandó a hacer un vestido que es bastante digno de una quinceañera pudiente.
El vestido en cuestión tenía grabado en números romanos, el 23, además como si no se viera, también se pintó el mismo número en una de sus bubis.
Espero que haya tenido a su conjunto de chambelanes haciendo juego con ese vestidito.