Una foto publicada en Instagram causó tremendo revuelo porque en ella se podía ver a un hombre igualito a Travis Scott, muy juntito de una curvilínea mujer. Inmediatamente todos (y nos incluimos la verdad), crucificamos a Travis y creímos ciegamente que le estaba siendo infiel a la madre de su hija.
Afortunadamente, Kim Kardashian nos ha dejado con la boca bien cerrada, y demostró que el chico de la imagen no era Travis, sino un hater que realizó la foto justamente para hacerse notar y causar polémica, sin importarle los sentimientos de la pobre Kylie que seguro sintió horrible.
Nos da mucho gusto saber que Travis ama de verdad a Kylie y que no está siguiendo los pasos cavernícolas de Tristan Thompson (novio de Khloé, quien sí la engaño).