Aunque quiera aparentar que a ella no le importan las marcas y el prestigio y que ella permanece humilde y sencilla, las prendas que compra para armar sus looks dicen otra cosa.
Yo no digo que esté mal que adquieras productos de marcas de lujo. La cosa está en cuando crees que por no decir la marca ya eres una persona humilde. Cuando la humildad y la sencillez están demasiado lejos de estas banalidades.
Y es que resulta que a Bárbara de Regil le preguntaron de dónde eran las prendas de su outfit. A lo que ella sin problema respondió las marcas pero sólo de las prendas que eran accesibles y baratas. Pero cuando llegó a su playera Gucci, sólo escribió: `ahí dice’.
Si tanto se apena pues pa qué las compra ¿no?