Bárbara De Regil y su familia pasaron más de 100 días haciendo cuarentena en su casa y tan sólo el semáforo pasó a naranja, decidió que era hora de cambiar de aires, así que cambiaron de locación al bello puerto de Acapulco, en donde han estado alejados de la sociedad.
Y para asegurarse que nadie rompa su sana distancia y le contagien el COVID-19, decidió oportuno contratar a dos hombres para que hicieran de guardaespaldas mientras ella y Mar paseaban por la playa.
Si el miedo no anda en burro…
https://twitter.com/Psico_Estefany/status/1285238852366618630
Aquí los susodichos: