Bárbara De Regil y su familia pasaron más de 100 días haciendo cuarentena en su casa y tan sólo el semáforo pasó a naranja, decidió que era hora de cambiar de aires, así que cambiaron de locación al bello puerto de Acapulco, en donde han estado alejados de la sociedad.
Y para asegurarse que nadie rompa su sana distancia y le contagien el COVID-19, decidió oportuno contratar a dos hombres para que hicieran de guardaespaldas mientras ella y Mar paseaban por la playa.
Si el miedo no anda en burro…
Aquí #BarbaraDeRegil con guarros en la playa pa evitar que sus hermanitas se le acerquen y le peguen el COVID-19 🤣 pic.twitter.com/8zM0jkVlHO
— CelebStories (@Psico_Estefany) July 20, 2020
Aquí los susodichos: