El ocio se apoderó de Queen Buenrostro, quien al no encontrar nada qué hacer, se dedicó a buscar entre los recovecos de su armario para ver qué salía, y ¡oh sorpresa! encontró su antiguo uniforme de secundaria; ¿por qué aún lo conserva? No lo sé, eso es otro misterio, pero la cosa es que decidió probárselo y sorpresivamente le quedó como anillo al dedo.
Vean nomás cómo le luce el uniforme de hace ya varios ayeres. Yo no sé ustedes pero si yo aún tuviera mi uniforme, no podría entrar en él ni embarrada en mantequilla.