Aunque pareciera que los filtros (que ya son parte de nuestra vida diaria) son inofensivos, estos están teniendo más repercusión de la que imaginamos en nuestra vida. No sólo evita que nos aceptemos tal cual somos, también evita que sepamos realmente cómo son los demás.
Como por ejemplo, uno ve a la Bichota siempre en stories con filtros o en fotos en su Instagram que han sido trabajaditas. Pero cuando de pronto sale una foto sin un solo retoque no tomado desde el ángulo perfecto, es ahí cuando vemos la cruda realidad.
Y esta vez le tocó a Karol G, que aunque es una mujer hermosa, se puede notar que claramente los filtros y ediciones sí nos han manejado otra imagen de la Bichota.
Así la realidad: