Aterradora historia de la primera vez que me rasure las piernas

Era una mañana soleada yo tenía 13 años y muchas ganas de lucir unos shorts sin esos feos pelitos en mis piernas. Así que me al meterme a bañar me armé de valor y sin saber bien qué hacía inicie lo que se convertiría en mi primera historia de terror como mujer.

mujeres depilacion

Enjaboné bien mis piernas y tomé el arma mortal que todos llaman “rastrillo”. Lo deslicé suavemente (o eso creí yo) por mis piernas y justo al llegar al espacio que hay entre el tobillo… ¡Ahhhhhh! Un río de sangre comenzó a llenar toda mi pierna y el suelo.

porque lo odio

Pensé que iba a morir, el ardor era insoportable, pero no quise rendirme y seguí rasurando mis piernas como toda una valiente. Pero justo cuando creí que ya nada malo podía ocurrirme, llegue a las rodillas y no supe rodearlas con la afilada navaja. Los nervios me traicionaron y las rebané sin piedad.

rodillas

Cientos de heridas (bueno al menos 3 en cada rodilla) aparecieron para atormentarme. Terminé de enjuagarme y todas las piernas me ardían y sangraban. Mi toalla terminó como en una escena del crimen.

i hate legs

Y como si el tormento no fue suficiente, decidí que era buena idea ponerme un poco de alcohol para evitar infecciones. ¡Quería morir! Sentí que me deshacía como cuando a una bruja le echan agua.

olvidas

Al final mis piernas quedaron irritadas, mal rasuradas porque muchos pelitos aún se veían y con heridas de guerra que no sé hasta cuando sanarán. Lo peor de todo es que ya no pude usar mis amados shorts.