Si las hiciste, ¡felicidades! Tu infancia fue increíble. Si no, te perdiste de mucho.
¿Lo recuerdas?
Sacarle punta a la parte metálica de tu lápiz.
Enojarte cuando tus papás te compraban colores a los que les sucedía esto:
Responder un examen con el típico método “de tin marin de do pingüé”.
Hacer esto a las caras de tus muñecas.
Ponerte anillos de Totis.
Asesinar a tu goma.
Morir de la risa cuando alguien le dibujaba un miembro a la maestra en su silla.
Llevar un láser y que te lo quitaran en el colegio.
Me sucedió tantas veces… Jajaja
Aún lo sigo haciendo.
El iPhone de nuestros tiempos.
Hacer burbujas con uno de estos.
Si nunca fuiste a pedirle la pelota a la vecina porque se voló a su patio, definitivamente no tuviste infancia.
Pasar horas tronando estas hermosas bolitas de aire.
Jugar esto con tus compañeras en el salón.
Díganme que no fui la única que hacía esto:
Si niegas que lo hiciste, ¡estás mintiendo!
¿Regla? Ja… pásame la pluma.
Basta 1… basta 2 … basta 3…
Sabías que era necesario usar hasta el último centímetro de tu lápiz, si no tus padres te regañarían.
La razón por la cual el 90% de los mexicanos somos bajos de estatura.
Sentirte lo máximo al tener unos Bubble Gummers con luz.