Los gatos odian estar disfrazados, salvo algunas extrañas excepciones. Lucen adorables y extremadamente tiernos caracterizados, pero la verdad, sus rostros no dicen otra cosa más que “Maldito humano ¿Por qué me has hecho esto?”. Jajaja ¡Los amé!
Los gatos odian estar disfrazados, salvo algunas extrañas excepciones. Lucen adorables y extremadamente tiernos caracterizados, pero la verdad, sus rostros no dicen otra cosa más que “Maldito humano ¿Por qué me has hecho esto?”. Jajaja ¡Los amé!