Wendy contó que también tuvo MIEDO REAL antes de la cirugía, que pensó “¿y si no despierto?”, cosa que a cualquiera le da pánico. Pero bebé… la reina despertó, habló, bromeó y hasta chismeó en vivo, como buena sobreviviente del quirófano.
Y sí, trae faja, drenes, fomis, hinchazón, dolor, incomodidad y toda la estética post-op que nadie quiere aceptar, pero ahí anda, subiendo contenido, entreteniendo, generando, chambeando. Y claro, los comentaristas profesionales (o sea, gente desde su cama) ya están diciendo “se ve igual”, “para qué se opera”, “ni se nota”. Cariño… lleva dos días. DOS.
la gente: y el cuello? entonces nos olvidamos del cuello
Lo fuerte aquí es que la gente cree que Wendy entró a cirugía como quien se hace un manicure, cuando en realidad le encontraron fibrosis —esa cosa que aparece cuando no te haces masajes, no te mueves o tu cuerpo decide complicarte la existencia. Y Wendy, con su ritmo de vida, viajes, giras, realities y agendas imposibles, pues no es precisamente la señora que está todos los días acostada haciéndose drenajes linfáticos. ejemplo: 
Pero eso sí: aunque ahorita esté hinchadísima, adolorida y rara, los CAMBIOS ya se le ven. Y cuando termine de desinflamarse… ay bebé… ahí sí se les va a trabar la lengua a muchas. Wendy trabaja, se opera, se ríe, nos entretiene, se asusta, se sincera, hace chistes, se hace cargo, y todavía tiene que aguantar que la gente exija resultados exprés como si fuera Photoshop.
Wendy no será perfecta, pero tiene algo que muchos no: VALOR, HUMOR y un fandom que revive cualquier drama. Y tú, ¿qué opinas? ¿Te quitarías las costillas por estética?
