El reality terminó, pero Abelito decidió cerrar su era con lágrimas, drama y una confesión que dejó a Galilea Montijo paralizada
El tercer lugar de La Casa de los Famosos México salió del encierro como si hubiera sobrevivido a una guerra emocional: despeinado, emocionado y con la mirada de alguien que ya vio el infierno… pero con luces LED y micrófonos.
Al llegar al foro, Galilea Montijo lo abrazó con ese aire de mamá regia que combina ternura y puro glamour, mientras el público gritaba como si estuviera viendo el final de una novela
Y ahí, entre aplausos, sudor y sentimientos encontrados, Abelito soltó su confesión bomba:
“Me siento soñado. Se me acaban las palabras. Estoy agradecido con todos porque cada uno me complementó.”
Sí, dijo “me complementó”, y honestamente no sabemos si hablaba del público o de su terapeuta interno que aún está procesando los 71 días de encierro.
La lágrima que Televisa sí dejó pasar al aire
Minutos antes del momento con Gali, Abelito tuvo su escena más humana (y más viralizable): se reencontró con su familia.
Apenas vio a su novia Aranza, rompió en llanto como protagonista de telenovela
Ella solo alcanzó a decirle: “Lo hiciste muy bien, Abel”, mientras él la abrazaba
Y sí, los papás también estaban ahí, dándole palmaditas en la espalda y diciéndole “gracias, machín”
Con esa mezcla de humildad, confusión y ternura millennial, Abelito se despidió de LCDLF3 demostrando que no necesitas ganar para volverte ícono.
Su paso por la casa dejó peleas, lágrimas y frases dignas de ser bordadas en servilletas de fonda.
Y aunque quedó en tercer lugar, en los memes ya ganó el primero.
Porque Abelito puede haber perdido el premio, pero ganó el cariño del público, la bendición de Galilea y un nuevo fandom de tías intensas.
