Cosas que amabas de niña y deberías recuperar YA

¿Te acuerdas cuando tu mayor problema era que tu mamá no te quiso comprar ese peluche?

El peluche gigante en forma de rana con ojos bizcos ERA TU SUEÑO, y tu mamá diciendo: “No, mi vida, eso solo junta polvo.”

¿¿PERDÓN?? ¡¡El polvo se sacude!! EL TRAUMA, NO. Y aunque en ese momento sentiste que se acababa tu mundo… JAJA. No, mi ciela. ESO era solo el tutorial.

Spoiler: aún no sabías lo que te esperaba.

El universo te estaba preparando para:

  • Que te aplicaran un “me quedé dormido” después de rogarle por WhatsApp 3 días.
  • Que tu BFF se volviera seguidora activa del mujeriego que te rompió el corazón.
  • Que mandaras un audio de 2 mins llorando… y te contestaran con un sticker.

Y ahora mírate…

Pagando cuentas, tomando 3 tazas de café al día, usando excel mientras finges que entiendes lo que haces.

Preguntándole a un tipo que no se baña si te ama.

Respondiendo “todo bien” cuando tienes el corazón como calzón para el periodo: blandito y roto.

Y sí, ahora puedes comprar tus propios peluches… pero ya no los abrazas.

¿CUÁNDO PERDIMOS EL ENCANTO?

Antes te vestías como princesa desquiciada con tiara de plástico y medias de colores y ahora te vistes “neutra” pa’ no llamar la atención… AH! Pero bien que te traes descombinada la ropa interior.

Antes brincabas sin razón. Ahora solo brincas de susto cuando suena una notificación de tu banco.

Pero ¿sabes qué no se ha perdido todavía?

La capacidad de volver a ser tú. La tú que sí sentía. La tú que creía. La tú que no tenía FOMO ni ansiedad existencial por un story de 15 segundos.

Porque esa niña tenía algo que tú necesitas urgente: ILUSIÓN.

Ilusión por cosas chiquitas.

Por un helado.

Por una canción.

Por una pijamada.

Por una libreta y plumones de colores.

Esa niña que eras, lloraba fuerte… pero también reía por todo.

Era sensible, intensa, soñadora, y 100% real no fake.

Así que hazlo por ella:

  • Abrázate como si fueras ese peluche.
  • Llora aunque no sepas por qué.
  • Ríete sin contexto, sin filtro y sin juicio.
  • Duerme en la tarde y SIN CULPA.
  • Vístete como te dé la gana.
  • Manda ese mensaje lindo sin esperar nada.
  • Pide cosas lindas.
  • Grita cuando algo te duela, y ríete si da risa.
  • Y no te disculpes por sentir.

Y si hoy el mundo se puso medio gris…

tú todavía puedes ser tu propio arcoíris con ansiedad, pero feliz. Porque ese peluche sí era importante. No por el objeto en sí… Sino porque representaba la ilusión de que lo bonito también era posible.

Y eso, mi vida… no lo puedes perder por crecer.