Una de mis cosas favoritas en el mundo es sin duda el ramen en cualquiera de sus presentaciones o sabores, incluso las que puedes hacer desde la comodidad de tu casita porque es deli prepararte una y maratonear tu serie favorita. Pero, comer una en un restaurante es sin duda otra experiencia, además te da la posibilidad de tomarte fotos realmente geniales que nada fuera de una ramen podría darte. Y si no me crees aquí te traigo varios ejemplos.
Un besito de ramen.
Limón porque mexicana y me vale.
Feliz porque ya llegó a tu mesa.
Mostrando la deliciosura que te vas a comer.
Sorprendida.
Como toda una experta.
Sonriéndole a la vida.
Esperanding…
En casita.
Modo ramen sensual.