La boda de Ángela Aguilar se organizó con prisas pero vaya que se tomó el tiempo para escribir los votos que le recitó a Christian frente al altar. Estos estuvieron inspirados en una canción de su abuela que se llama ‘Mi destino fue quererte’, y dice así:
“Quién hubiera dicho que después de tanto, después de todo, nos encontramos en el mismo lugar, sin los caballos pero con tatuajes de sobra. Donde casa se volvió un ser humano, y donde ser libres sólo tiene sentido si es siempre y cuando juntos. Quién hubiera dicho que una locura entre pantallas se convertiría en una vida por vivir. Tras varios intentos fallidos, llegamos y llegué a donde jamás existieron miedos pero sí sobraron mariposas. Quizás el tiempo para nosotros no existe, lo digo porque cuando nos vimos por primera vez después de tanto, se sintió como si el tiempo nunca hubiera pasado, fue un abrir y cerrar de ojos.
El mismo tiempo rápido que ahora pasaba lento, tan lento que jamás pensé que el día llegaría, el día en que me convertiría en tu esposa, pero ahora sí de verdad soñaba desde niña con casarme con un príncipe azul, de un reino desconocido y lejano. Para mi gran sorpresa, el príncipe terminó siendo un forajido y la tierra lejana sólo estaba a 1000 km. Donde antes huía de tu vista, ahora es la única que busco, que paz amarte, que privilegio haber coincidido, que responsabilidad tan bonita el quererte. Me siento tan orgullosa del hombre que eres, del hombre a mi lado.
Por algún motivo la vida pensó que te merecía, qué suertuda yo, que generosa la vida. Prometo escucharte, respaldarte y respetarte. Prometo ser tu cómplice, tu compañera. Prometo nunca callar la verdad, prometo cuidarte y curarte, prometo que mis promesas tienen substancia y verdad. Prometo que porque yo me enamoré de tus alas, jamás te impediré volar. En la calle, codo a codo vida mía, somos mucho más.”
Sí, seguro la lectura de todo esto duró más que la boda misma. Esperemos que esta relación sea lo que ella sueña porque si no, será su evento más canónico.