Cada día son más las chicas que se unen a la “religión” del maquillaje. Es como una adición, una vez que ves el primer tutorial o compras un cosmético bueno ¡No puedes parar! Si tu colección ya rebasa la capacidad de tu buró o peinador, comienza a ahorrar para un vanity, pues así tendrás dónde guardar tus tesoros y hacer maquillajes fantásticos.
Los más clásicos son los all white con espejo de focos. Tú decides qué otros elementos agregarles, como un florero o un espejo con zoom.
¿Poco espacio en tu cuarto? Puedes crear tu propio vanity minimalista. Necesitarás unas repisas, una silla cómoda, un espejo de pared y mucha makeup actitud.
Aprende el arte del Feng Shui para armonizar tu nueva área de maquillaje, pues con una energía equilibrada y mente relajada harás los mejores makeovers.
Si eres de las que se maquillan para salir de noche ¡No se diga más! Un vanity con leds en el espejo será tu perdición. Además puedes crearle un look místico con luces navideñas.
Con un espejo gigante en tu makeover te sentirás en un salón de belleza. Recuerda que puedes usar colores claros dependiendo de tus gustos.
Antiguamente los vanitys eran usados sólo por celebridades, si te quieres sentir en el set de una película prueba con una silla de estudio, el vanity hará el resto.
Tu vanity va a contrastar y mejorar el aspecto de tu habitación, así tengas un concepto rústico.
Adorna cerca de tu vanity con cuadros que inspiren tu tipo de maquillaje, como si estuvieras en la oficina de una reconocida revista de moda.
¿Tu estilo es más vintage? Puedes conseguir, pintar y cambiar los espejos de un peinador viejo, en los muebles de segunda mano encontrarás vanitys antiguos que son una verdadera joya.
Recuerda que ahorrar unos pesitos para un vanity profesional valdrá cada centavo, suspende tu compra de maquillaje por un tiempo y verás que logras comprarlo.
Bonus: puedes comenzar comprando un espejo con luces o, en el mejor de los casos, conseguir un espejo con pantalla incluida para los tutoriales.