La adicción al teléfonos celular es ya muy visible a donde quiera que miremos. Si las personas comunes y corrientes como nosotros, la padecemos, imagínense en qué nivel la tienen influencers de la talla de Lele Pons.
Pues bastante elevadita, yo diría que ya en un nivel bastante tóxico. Resulta que Lele fue al parque de diversiones junto a una amiga. y en lugar de disfrutar la montaña rusa (la que ya se encontraba en movimiento), decidió hacer caso omiso de las reglas de los juegos mecánicos, sacar su teléfono y grabar mientras el carrito avanzaba.
Los operarios del juego se dieron cuenta, detuvieron el carro y regañaron a Lele Pons. Al final, esta sólo se rió como si hubiera sido una travesura poner en riesgo la seguridad de otras personas. Una pena que no ponga el ejemplo y que ser irresponsable para ella sea gracioso.