Las mujeres somos bastante perseverantes pero también muy tercas y testarudas. Antes de que me digas que no, ponte a pensar un poco y dime por qué sigues usando tacones si parece que cada vez que te los pones intentan asesinarte. Si pareciera que llevas una maldición encima cada vez que tratas de usarlos… La respuesta es porque somos obstinadas.
Así que si quieres saber si es momento de decirles adiós y resignarte para siempre, esto te ayudará.
Te caes muy seguido
Eres muy accidentada, pero tú le echas la culpa a que no tienes mucha coordinación, a que estabas distraída, que veías el celular y mil pretextos más. Ponte a pensar y verás que el 90% de las veces que has bajado a besar el suelo, andabas en tacones.
Te tuerces los tobillos
Vas caminando muy tranquila por la calle y de pronto ¡cracgk! ya te volviste a doblar el tobillo. Bajas las escalera y otra vez ¡cragk! y así mil veces cada vez que los llevas puestos.
Pareces ciervo recién nacido
Por más que practicas simplemente no logras dominarlos y sigues caminando como si fueras un siervo que acaba de nacer y tiene que aprender a caminar.
Tu dedo chiquito está en las últimas
Ya en vez de dedo chiquito tienes un callo permanente con una pequeña uña en él. El pobre ya no tiene forma, ha quedado destruido debido a esos infernales zapatos.
Correr ¡ni soñarlo!
Cuando llueve, se te hace tarde o un perro sale a atacarte por la calle, en lugar de correr has desarrollado otras estrategias para poder sobrellevar la situación de la mejor manera posible. Porque correr podría ocasionarte la muerte.
Ni los de correa te ayudan
Los zapatos altos con correa son más sencillos de manejar pues no se mueven de su lugar, incluso puedes trotar ligeramente si eres arriesgada. Pero si aún estos no te permiten hacer nada de tu vida, entonces date por vencida.
No puedes estar parada más de 10 minutos
Siempre estas buscando una silla, un banquito incluso cualquier borde en una pared que sirva para que no estés cargando todo tu peso en esos maldito e incómodos tacones. Y es que si por error pasas más de diez minutos parada, tus pies quedan adoloridos para el resto del día.
Tus pies han perdido su belleza
Ya tienes callos por todos lados, incluso hasta tus dedos se ven más arqueados que de costumbre. Si quieres recuperar su belleza, los tacones tendrán que salir volando por al ventana.
Tus pies tienen más cicatrices que un veterano de guerra
Tienes cicatrices en todos lados, de esas veces que te pisotearon el en antro o en el metro. La parte trasera de tus pies tiene las secuelas de miles de ampollas. Tienes más marcas que un mapa del tesoro.
Tu estado de ánimo cambia cuando los tienes
Cuando usas tenis, flats o cualquier zapato cómodo y normal tu actitud es más extrovertida más audaz. Pero a penas te subes en esos tacones el miedo y la cautela vuelven a tu vida ¡No dejes que te cambien!