El cabello rebelde odia todo tipo de peinados, porque a los 5 minutos se te salen los gallitos. Sin embargo, su rebeldía también odia que lo traigas suelto, porque se esponja mucho, le sale frizz y mil calamidades más, es como una paradoja de belleza.
Si tu cabello no quiere andar suelto ni peinado, existe una solución bastante sencilla, ¡los peinados semi recogidos! porque no lo recoges completamente, pero tampoco lo llevas suelto, es como el punto medio perfecto.
Si tu cabello no es tan rebelde, puedes enroscarlo poco a poco, hacerte media coleta y terminar con una fabulosa trenza de espiga.
Si eres más paciente, puedes hacerte un doble enroscado, sólo debes juntar la coleta de arriba con la de abajo cuando hagas la trenza.
Si sientes que tu cabello es muy rebelde y se soltará si sólo lo enroscas, intenta hacerte unas trenzas bien sujetas tipo diadema.
Si no sabes hacer trenzas, tranquila, puedes usar un chonguito despeinado rebelde (como tu cabello) con una tercera parte de tu cabello.
Si cortaste tu cabello porque no se acomodaba y ¡sigue sin acomodarse! lo que puedes hacer es tomar dos mechones delanteros y hacerte un par de trenzas que se amarren por detrás.
Una media coleta nunca falla, pero si sientes que es demasiado simple, puedes agregarle una trenza despeinada, al cabo tu cabello se encargará de que se vea naturalmente despeinada.
Cuando de cabello rebelde se trata no importa el peinado que te hagas, porque siempre intenta zafarse, el peinado semirecogido más fuerte que puedes hacer es una diadema de espiga bien amarrada.
Una de las ventajas de un cabello rebeldón, es que te da un volumen que las chicas de cabello “alineado” ni se imaginan, por eso puedes experimentar infinidad de peinados semirecogidos.
El chiste es tener paciencia o una amiga que le guste peinar a sus amigas.
Recuerda que debes amar tu cabello aunque se porte peor que tú en la pubertad, pues tenerle paciencia es la clave para encontrar el peinado perfecto.