La moda es un círculo vicioso del cual jamás podremos escapar. Lo que no te gusta hoy mañana sí, y lo que hoy te gusta mañana lo odiarás. Por ejemplo cuando éramos pequeñas, todas estas cosas las detestábamos con todo nuestro ser, pero hoy las usamos porque son vintage.
¡No lo vas a poder negar!
Suéter amarrado a la cintura
Recuerdo que odiaba amarrarme el suéter a la cintura, sentía que me veía como una tonta. Prefería mil veces morir de frío o llevarlo en al mano antes de llevarlo así. Y ahora es vintage.
Zapatos así de feos
Los zapatos escolares siempre fueron horrendos, era de las cosas que más odiaba cuando era pequeña. Y hoy ya se usan con todo.
El suéter de la abuela
No sé si les pasó, pero hubo una época en la que todo lo que fuera tejido era considerado fuera de moda y viejo. Pues hoy no hay cosa más hipster que suéteres así.
Jeans de tiro alto
Nosotras queríamos jeans lo más a la cadera que se pudiera, unos jeans así eran considerados una atrocidad en contra de la moda. Eras rarísima si usabas unos así. Y hoy andan con todo.
Trenzas
Mi mamá se empeñaba siempre en peinarme con trenzas, de hecho hubo un momento en el que me harte y decidí cortarme el cabello para que ya no pudiera peinarme. Y hoy son el peinado más genial.
Pantalones entubados
Yo recuerdo que a los pants de mi escuela les cortaba el resorte de abajo para que quedarán lo más amplios posible. Y lo de hoy es lo entubado.
Faldas de la era del caldo
Cuando eramos más pequeñas era impensable usar una falda así, ni loca te la hubieras probado siquiera. Y hoy entre más de la era del caldo parezcan, más hipster.
Lentes
Usar lentes provocaba apodos, era terrible tener que usarlos. Pero hoy hasta los usan como accesorio sin importar si los necesitas para ver o no. Entre más grandes y llamativos mejor.
Zapatos viejos
Usar zapatos viejos te hacía sentir mal, era sinónimo de andar en la pobreza. Pero hoy hasta los arruinan a propósito. Entre más viejos más hipster.
Bigote francés
Ningún hombre se dejaba un bigote con esta forma, hubieran parecido locos. Y hoy ya no ves otra cosa.
Overoles
Yo recuerdo que los odiaba, me sentía como si fuera a pintar la casa entera, y hoy debo confesar que tengo como tres.
Cabello super cortito
De pequeña era impensable cortarte a ese grado el cabello, y hoy es lo más genial que una chica puede hacer.