Los gatos no tienen 7 vidas. Tienen una, y tú se la estás acortando cada vez que le das jamón con sal o lo dejas comer plástico “porque él quiso”. Si no quieres que tu michi se vaya antes de tiempo, aquí lo que tienes que hacer YA:
1. No más sobres todos los días
Sí, hacen ruidito rico. Pero están llenos de sodio. Tu gato no es un ramen andante. Dáselos como premio, no como dieta básica.
2. Cepíllalo aunque no le guste
La bola de pelos que vomita no es normal. Si no lo cepillas, se traga medio cuerpo cada semana. Luego no digas que por qué no come.
3. Agua limpia siempre (no del vaso de ayer)
No es decoración. Es supervivencia. Cambia su agua diario. Si puedes, ponle fuente para que beba más. Gato deshidratado = gato enfermo. (ahh y que sea de garrafón porque la del grifo le puede generar parásitos y créeme no quieres ver caquitas con gusanos)
4. Cero croquetas baratas
Lo barato sale muerto. Literal. Busca alimento con proteína real como primer ingrediente. No subproductos ni “sabor a”. ósea si que tengan saborcito pero lo esencial es la comida, igual si le cocinas algo fresco es mil veces mejor!
5. No lo encierres “por su bien”
Si vive contigo, no puede estar todo el día en una jaula o cuarto sin ventanas. El gato necesita explorar, brincar, ver pajaritos y vivir. ponle una correa y deja que mínimo salga al patio, te seguro que no te delatara con un “help me” a un vecino tuyo
6. Cuida sus dientes
La mayoría de los michis adultos tienen problemas dentales. (sonara exageración pero esos problemas podrían ser mortales) Y tú ni enterada. Hay croquetas, premios o pastas que ayudan.
7. Llévalo al veterinario (aunque no esté muriéndose)
Revisión general mínimo 1 vez al año. Vacunas. Desparasitación, limpieza de dientes, etc Aunque lo veas “bien”. Spoiler: los gatos disimulan TODO.
8. Hazle espacio en tu casa (y en tu vida)
Gato estresado = gato enfermo. No lo cargues como peluche si no quiere. No lo ignores como ex con deuda. Dale su lugar, lugares altos donde pueda tomar el solecito, no lo despiertes si se esta durmiendo, a nadie le gusta que lo despierten! menos a un angelito peludo.
9. Revisa su arenero como FBI
Si hay sangre, si no hace pipí, si va más de lo normal… algo anda mal. Su popó es su carta de presentación. Léela.
10. No le grites. No le pegues. No lo traiciones
Parece que no entiende, pero sufre. Se aleja. Se deprime. Un gato triste deja de comer. Y si deja de comer, puede morir. Así de heavy.
Tener un gato no es sólo subirlo a TikTok con filtros de bebé. Es cuidarlo como si fuera tu alma peluda. Si no lo vas a cuidar, no lo tengas. Y si ya lo tienes: que no se te muera por ignorancia. Hazlo por él. Hazlo por ti. Hazlo porque no hay nada más triste que una caja vacía donde antes dormía tu michi.