Si alguna vez has ido al Starbucks, sabrás que este artículo no miente. Ahí adentro es como una jungla en la que te puedes encontrar todo tipo de especies habidas, por haber y aún no descubiertas.
Así que prepárate porque esto es sólo una pequeña muestra de lo que podrías toparte en cualquiera de sus tiendas.
Hipster de barba.
Últimamente este tipo de hombres se han reproducido como conejos en el Starbucks. Suelen traer camisas a cuadros, a veces sombrero, corbatita de moño y una barba tremendamente tupida en la que podrían albergar varías crías de pájaros. Son inofensivos.
Hipster orgánico que pide leche de soya.
Este tipo de Hipster tiene características diferentes al anterior. Éste generalmente llega en chanclas, un poco más informal y la misma abundante barba. Pero puedes identificarlo porque siempre lleva su vaso y pide leche de soya o coco en todos sus productos.
Chavos rucos a montón.
Los chavos rucos conquistan cada vez más terrenos, se han ido apoderando de la Tierra silenciosamente. Y ahora le tocó a Starbucks ser conquistado por estos especímenes. Van a tomar café con la intención de conquistar a alguna adolescente que se deje sorprender por su hábil manera de personalizar su bebida.
Las fresas.
Por lo general son adolescentes, pero no se dejen engañar, hay de todas las edades y clases sociales. Son mujeres que tienen un típico acento al hablar, así como si tuvieran una papa en la boca. Siempre llevan su bolso en el antebrazo, su bebida en la misma mano y gritan bastante entre ellas para llamar la atención.
Los que fingen trabajar.
Nunca faltan aquellas personas que se quieren camuflajear entre el gentío. Generalmente van solos con su alma y su laptop a lado. Fingen trabajar arduamente, pero sólo escuchan conversaciones ajenas mientras checan su Facebook.
Los que buscan ligue.
Son una especie masculina que siempre anda en manadas. ¿Cuál es su intención? Ligarse a quien se deje. Siempre hay un líder que es quien inicia la conversación con la elegida, los otros miran para poder llegar a seguir sus pasos y conseguir una mujer.
Forever alone.
Por lo general salen los Viernes por la noche. Puedes verlos sentados en un rincón checando su celular mientras toman lentamente su bebida. Jamás los verás acompañados, son un misterio para la ciencia.
Los que no saben qué pedir.
Como en cualquier hábitat siempre hay novatos. Puedes reconocer a esta especie porque tiene cara de frustración, desesperación y confusión, todo al mismo tiempo. No saben qué pedir y siempre sucumben a la sugerencia del barista.
Godínez.
Una especie que sólo podrás apreciar en las primeras horas de la mañana. Siempre van apurados, piden el café del día bien cargado porque siempre están cansados. Jamás van sólo por su café, siempre piden al menos 6 y una charola para cargarlos todos hacía su guarida, o sea su oficina.
Los que van a las catas.
La última moda de este tipo de establecimientos son “las catas de café”. Si quieres ver varias especies conviviendo cordialmente entre ellos, inscríbete y asiste a una. Aprenderás muchísimo sobre este tema. Es casi como un alcohólicos anónimos pero de café.
Los negatrones.
Los negatrones han estado aquí desde el inicio de los tiempos y serán los últimos en irse. Son aquellos que critican a Starbucks, pero siempre van a escondidas por su bebida favorita. Podrás identificarlos porque llevan gorra, lentes y siempre intentan pasar desapercibidos como si fueran artistas.
Quien entro sólo por el wifi.
La adicción a Internet está tan cañona en estos tiempos. Existe una especie que sólo entra para poder saciar su ansiedad de estar conectado a la red. Compran la bebida más barata y se quedan horas disfrutando del WiFi.
Los que siguen sin entender los tamaños.
Hay una especie que en sus genes están programados los tamaños “chico, mediano y grande”. Así que jamás, aunque se lo expliquen mil veces, podrá entender los tamaños de Starbucks. Siempre se enoja en la fila y termina con una bebida del tamaño que no pidió.
Los que piden espresso sin saber qué es.
Hay especies que se atreven a probar nuevas cosas en su intento por evolucionar, pero no siempre le dan al clavo. Podrás identificarlos porque piden un espresso sin saber qué es realmente. Así que cuando les entregan su mini vaso se quedan muy confundidos. Si encuentras a uno no le quites la mirada de encima porque lo divertido viene cuando lo prueba. Su expresión se quedará contigo hasta el final de tus días. Jajaja
Los que vienen a arreglar los problemas de su vida.
Hay especies que raramente encuentran confort en este espacio. Tratarán de resolver su vida sentimental y legal. Casi siempre vienen con abogados o con su amiga que le hace de psicóloga.
Rudos.
Esta especie es una de mis favoritas. Son aquellos que tienen un aspecto muy rudo por fuera, pero que piden la bebida más azucarada del menú. Entre ellos podemos encontrar emos, motociclistas, darks y metaleros.
Los que piensan que les da status.
Esta especie me hace suspirar, dan bastante ternura y es que sienten que comprar un café en este tipo de lugares les da un estatus mejor dentro de la cadena alimenticia. No tienen bien desarrollada su identidad y son muy impresionables.
Adictos a las selfies.
Por más y más que me esfuerce en estudiar a estos especímenes, no logro comprender por qué se toman 345627 fotos en este lugar, para luego elegir sólo una y subirla a su red social. Son muy fáciles de identificar, pues sólo alternan entre tomar su bebida y tomarse una selfie.
Los que tienen tantas estrellas que ya Starbucks no sabe qué hacer con ellos.
Dentro de esta jungla existe una tarjeta que te da beneficios insuperables si eres un fiel seguidor. Pero hay personas que literalmente viven en el establecimiento, ya conocen a todos los baristas y han probado todo el menú. Ya han acumulado tantas estrellas que Starbucks les sale debiendo.
Los que caminan en círculos porque no hay lugar.
Este amontonamiento de especies puede estudiarse los Viernes por la noche a hora pico. La jungla está tan llena de personas que ya no hay lugar para una más. Pero hay una especie que prefiere caminar en círculos para poder robarle el lugar a los desprevenidos en vez de irse.
Quienes no conocen un Starbucks por dentro porque llegan en carro.
Esta especie ha sido recientemente descubierta, pues es muy difícil verlos dentro del establecimiento. No poseemos muchas características a cerca de ellos, pero podemos decirles que sólo pasan en su automóvil por su bebida y difícilmente se introducen a convivir con los demás.
Los de la primera y última cita.
Este lugar es elegido por aquellos que desean introducirse en el arte del amor. La atmósfera y las calorías de las bebidas hacen que el sentimiento se fortalezca para así asegurar la reproducción de la especie. Pero no todo es color de rosa, hay especies que también terminan ese amor en este lugar. Está lleno de contrastes.