Pensamientos que toda chica tiene en el transporte público

El trasporte público para algunas chicas no es opcional, no me estoy quejando de convivir con otras personas, la verdad es que personas nefastas te vas a topar en todos lados, pero cuando viajas sola en el camión no puedes evitar tener pensamientos locos, que quizá el aburrimiento te hacen tener. Estoy segura que tú también los tienes.

“Alguien exageró con el perfume hoy”

Un trasporte público es un espacio reducido con muchas personas, así que todas las chicas, con ese olfato súper desarrollado nos es inevitable no oler a otras personas, más cuando la persona se echó media botella de perfume antes de salir de su casa.

“¡Oh que guapo eres! Siéntate a mi lado”

Yo digo que todas nos fijamos siempre en quién entra a nuestro trasporte, ya sea para checar si vemos a alguien conocido, para criticar personas o para encontrar chicos lindos. Algunas veces lo último sucede y si nuestro asiento está vacío lo vemos a los ojos con cara “Aquí hay un lugar”.

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“No te voy a dar dinero ¡Trabaja!”

Como me molestan esas personas perfectamente sanas que se suben al transporte a pedir dinero con su frase de “Yo ahorita los estuviera asaltando, pero preferí llevar una vida recta…”. No me quejo de que pidan dinero por una causa noble o que no vendan cosas como los deliciosos chocolates, pero pedir sólo por pedir, se me hace algo vil.

“Aaagggghhh… mi espacio personal”

Como en esos días en dónde el trasporte va a tope y rompen tu burbuja personal, como alguien golpeándote con su bolso, alguien sudado tocándote accidentalmente, alguien tosiendo cerca, alguien atrás de ti respirando o un fuerte pisotón ¡Que estrés!

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“Sédele tu asiento ¡Concha!”

A mí me gusta pensar que no soy la única que se le queda viendo feo a las personas que ocupan el asiento de los discapacitados o como cuando está muy lleno el camión y tú vas parada junto a un anciano o a una embarazada y el que está sentado no le sede su asiento. No sé porque todos nos callamos esa clase de cosas.

“Alguien huele raro”

¿Es neta? A veces tomamos el transporte a primera hora de la mañana y equis persona ya huele medio feo, es normal en la tarde que todos vienen de diferentes lugares, pero mínimo un desodorantazo antes de salir. Di no a la peste matutina.

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“A nadie le importa tu vida personal… bueno a mí sí”

Aquí me refiero a la gente que habla muy fuerte y todas las personas presentes se van enterando de que la hija de su vecina se embarazó a los 17 años, dejó la escuela y cuánta novela tenga que contar la persona en cuestión. Y aunque a veces es un poco incómodo, no podemos evitar oír todo el chisme con gran interés.

“No traes vacas”

Cuando los choferes se ponen a conducir como en Rápido y Furioso porque otro camión les va a ganando su pasaje y todos los pasajeros tenemos que ir sufriendo porque mientras más atrás esté tu asiento, la inercia es peor. Además de ir con ese pánico de que llegase a chocar y sientes que tu vida corre peligro ¡Y la corre!

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“Oh que lindos zapatos ¡Te odio!”

No hay que negar que cuando vamos en el transporte vamos viendo los outfits de otras chicas o de todas las personas en general; en fin, si llega una chica con un buen vestido, bolso o zapatos no puedes evitar envidiarla para siempre o darte una idea de tu próxima compra en el centro comercial.

“¿Habrá vida después de la muerte?”

Cuando así de repente comprendes el sentido de la vida y el universo mientras vas viendo por la ventana. Creo que el transporte público es de los mejores lugares para reflexionar sobre absolutamente todo ¡Todas lo hacemos!… ¿Cierto?