Dime qué quieres cambiar de tu rostro y te diré qué mascarilla usar

Para potenciar la belleza de nuestro rostro, es importante considerar las mascarillas. Pero antes que nada, hay que ser conscientes de lo que usamos antes de aplicarnos cualquier producto. Hay varios tipos de mascarillas y funcionan distinto. Para que haga el efecto que buscamos, debes primero saber a qué ayudan y sus propiedades. Por eso, te vamos a dejar algunos tipos de mascarillas, dependiendo de tu necesidad.

¿Controlar la piel grasa? ¡Arcilla!

Si tu zona T o todo el rostro brilla constantemente, es muy recomendable la mascarilla de arcilla. Sus beneficios son varios, pero principalmente absorbe la grasa y equilibra la producción de glándulas sebáceas. Esto por su minerales como el zinc, magnesio y titanio.

¿Reducir el enrojecimiento en tu cara? ¡Arcilla seca!

El enrojecimiento en la cara se puede dar por las espinillas, inflamaciones o circulación de la sangre. Afortunadamente para ti, la arcilla seca minimiza la hinchazón, reduce la grasa que produce tu acné y mejora la circulación de la sangre de todo tu rostro.

¿Cerrar tus poros? ¡Carbón!

Tiene poco que se volvió trendy, pero eso no la hace menos efectiva. Su consistencia es pegajosa y tarda en secarse. Esto porque, en lo que se endurece, se encarga de absorber la grasita y basura que se encuentra dentro de tus poros para poder sellarlos sin ninguna obstrucción.

¿Sentir tu piel más suave? ¡Exfoliante!

Puedes comprarla, pero también son fáciles de hacer. Se usan ingredientes caseros como miel, azúcar, limón y hasta avena. Las mascarillas de este tipo se encargan de eliminar la piel muerta de tu rostro, para darte (como quien dice) una nueva cara en minutos.

¿Evitar la resequedad? ¡Mascarilla de frutas naturales!

Esta mascarilla sí o sí la tienes que hacer tú. Las frutas naturales tienen un alto contenido de agua, lo cual es ideal para una piel seca. Puedes preparar una pasta en la licuadora con frutas a la mano como un plátano maduro e incluso pepino.

¿Reducir tus ojeras o arrugas? ¡Pétalos de rosas!

Esta es la excusa perfecta para no desperdiciar las flores que te regalan y se marchitan. Tritura sus pétalos hasta formar una pasta y déjala actuar en tu cara por 20 minutos. Las rosas apoyan a la regeneración celular, para que naturalmente tu piel se vuelva más joven, suave y flexible.

¿Hidratar tu piel? ¡Una metálica!

Son las de color oro o plata, pero no contiene metales. Estas mascarillas contienen ácido hialurónico, que es un compuesto natural en nuestro cuerpo y pertenece al colágeno de la piel, manteniéndola hidratada y sin arrugas. Con el tiempo, la producción de esta sustancia se va disminuyendo ¿No hay problema! Pues estas mascarillas la mantiene.

¿No sabes qué quieres mejorar? ¡Usa una de hoja!

Estas mascarillas son famosas en el oriente. Por su fácil aplicación, múltiples usos e hidratación en cualquier tipo de piel. Son unas láminas que crean una barrera en tu piel para penetrar con mucha facilidad sin evaporarse. Además el producto que sobre del empaque lo puedes usar en tu cuello y manos.