10 Cosas que te convierten en una mala madre

Convertirte en mamá siempre será una tarea muy compleja, ya que de ti y de tu pareja depende que ese pequeño o pequeña en un futuro sea una persona que sobresalga, educada, feliz y viva con seguridad todos sus días.

Lamentablemente hay muchas mujeres que no se han dado cuenta que están haciendo un mal a sus hijos al quererlos educar como a ellas las educaron, sin percatarse que en muchas ocasiones no exactamente es la mejor manera.

No hagas estas cosas o definitivamente podrías estar siendo una mala madre.

Hablar mal de su padre enfrente de él.

Si tu no te llevas, ya no lo ves o te divorciaste, tu hijo no tiene la culpa. No le generes un odio que no tiene por qué sentir. Si tu ex no ha sido un buen padre, deja que tu hijo solito lo descubra según vayan pasando los años.

Decirle que lo azul es para niños y el rosa para niñas.

Rompe con estereotipos y si decide que a él le gusta jugar con muñecas o a ella con carritos, déjalos ser felices. Son niños y lo único que nosotras debemos hacer es apoyarlos en las decisiones que los hagan sentir contentos.

Recuerda que no necesariamente quiere decir que tu hijo ya tenga una preferencia (gay, lesbiana) y si la tiene, aunque a ti no te parezca, tú tarea es apoyarlos.

Caer en sus berrinches cuando llora.

A muchas mujeres les da pena que su hijo llore en el centro comercial y al estresarse por lo que pensarán de ella, le terminan cumpliendo el berrinche a su hijo. Si hace berrinche, déjalo llorar y una vez que se calme explícale que no puede hacer eso todas las veces que desee algo. Si no lo haces, se mal acostumbrará y vivirás un infierno.

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Si es niño, decirle la frase: “Los niños no lloran”.

Podría apostar que a la mayoría de hombres en algún momento de su infancia les dijeron esta frase. Aunque no lo crean, esto en un futuro es muy contraproducente para ellos. Si el niño se siente triste al ver una película y tiene ganas de llorar, déjalo que se desahogue. Basta con confortarlo y dejarlo que él mismo experimente sus emociones.

Mantenerlos con sobrepeso debido a su terrible alimentación.

No hablo de los niños que puedan tener alguna enfermedad, ya que con ellos es absolutamente otro tema. Hablo de los niños que tienen obesidad por culpa de la alimentación que los papás le brindan al pequeño.

Por desgracia desde hace años se cree que un niño o niña “gordito” es sinónimo de buena salud o simplemente se ve “tierno” y esto es una terrible mentira. Si tu lo estás alimentando de manera no saludable, el único afectado será él y generará problemas desde baja autoestima, a problemas físicos realmente graves.

Ponerles actividades según su género.

Es común ver en las familias que los hijos hacen cosas como arreglar un mueble, arreglar la tv y las mujeres lavar la ropa o tender camas. Si tienes la fortuna de tener un niño y niña, enséñales que ambos deben de aprender a hacer las mismas tareas sin importar si son hombre o mujer.

En un futuro esto los convertirá en unas personas independientes y sin miedo a aprender nuevas actividades.

Pasarle tus complejos o gustos.

Si tú siempre te has pintado el cabello de rubio, no lo hagas con ella o con él. Si a ti no te gustan las alturas, no le metas ese miedo. Guárdate esos miedos y enfrentalos tu sola, no los proyectes con los pequeños.

No llamarle la atención cuando está molestando a otras personas.

Muchas mujeres cometen el error de permitir que sus hijos molesten a otras personas y esto solo provoca que los pequeños crean que pueden hacer lo que quieran y meterse con otras personas. La obligación de una buena madre es llamarles la atención y enseñarles que no pueden invadir la privacidad o el espacio de otras personas.

“Si te ensucias, te voy a regañar”.

Son niños, son curiosos y por lo tanto se van ensuciar. Es parte de esta etapa, aunque a nosotras nos desquicie.

Obligarla a ser el o la número 1 en todo lo que haga.

Si no sale en la escolta o en el cuadro de honor de su primaria, ¡no lo juzgues! Mejor dedícale tiempo y pregúntale cuales son sus actividades favoritas, investiga que se le dificulta más y apóyalo para que ponga más esfuerzo en esas actividades.

Y bueno, como diría mi abuela: “Nosotras como sea, pero ellos son criaturas”, así que manos a la obra y tratar de generar una mejor infancia para nuestros pequeños.